HABÍA UNA VEZ. . .un sabio chino que visitó el infierno. Allí vió a mucha gente sentada en torno a una mesa ricamente servida, con toda clase de alimentos apetitosos y sabrosos. A pesar de ello, todos los comensales tenían cara de hambrientos y rostros demacrados. Tenían que comer con palillos muy largos, casi como un remo. Eso era el motivo por el que no podían comer. Por más que estiraban el brazo, nunca conseguían llevárselo a la boca.
Impresionado, el sabio, salió del infierno y subió al cielo. Grande fué su asombro cuando vió que también allí había una mesa llena de comensales y con iguales manjares. En este lugar, sin embargo, todos tenían semblantes alegres, cara de satisfacción y bienestar.
Y observó que allí, en el cielo, cada cual se preocupaba por alimentar con los largos palillos al que tenía enfrente.
Reflexión:
Qué enseñanza nos deja este cuentito. Es necesario pensar en el otro, para ser beneficiados.
Es una ley espiritual. Cuando yo ayudo a mis semejantes y sirvo al Señor, recibiré la bendición de Dios. No de los hombres.
La Biblia dice en:
Lucas 6:31
" Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos"
Hasta la próxima y muchas bendiciones. . .
¡¡CUANTA VERDAD, LUCY!!! SOMOS BENDECIDOS CUANDO PODEMOS SERVIR A LOS DEMAS!!ASI CUMPLIMOS CON EL DESEO DE JESUS, QUE NO VINO PARA SER SERVIDO SINO PARA SERVIR!! SIGAMOS SUS PISADAS!!! MUCHAS BENDICIONES QUERIDA AMIGA!!
ResponderEliminarHASTA LA PROXIMA!! LILY
¡¡¡Poder servir es un privilegio!!!. Yo me siento muy feliz por poder compartir el servicio al Señor con vos. Jesús es nuestro ejemplo de servicio desinteresado, siendo Dios se presentó no a que lo sirvieran sino a servir, como el más humilde de todos los hombres. Sigamos sus pisadas y recordemos que SOMOS BENDECIDOS PARA SER DE BENDICIÓN!!!
ResponderEliminar¡¡¡Besote, querida amiga-hermana!!!