Había una vez... una maestra jardinera, llamada Adriana, que trabajaba en un barrio muy humilde. Amaba mucho lo que hacía, y sobre todo a sus pequeños. Se interesaba por sus familias, y todo lo referente a ellos. Trataba con entusiasmo, que la alegría reinara en su salita y sobre todo que los chicos tuvieran expectativas.
Así es que solía llevarles " pequeñas sorpresitas" que los niños esperaban ansiosamente. Unas veces era una canción, otras una plantita para la salita, un afiche colorido, etc.. Sabía que no eran muchas las alegrías de esos chicos, así que se sentía feliz de poder darles algo de todo el amor que ella les tenía.
A media mañana, aparecía la cocinera con el carrito. Al escuchar las ruedas del carrito, todos iban a buscar su vaso y plato para ser servidos. Esperaban con curiosidad que recibirían ese día, si un bizcocho, galletitas, quizás, con suerte un alfajor.... Adriana les servía el mate cocido con leche calentito y ellos devoraban todo lo que se le ponía por adelante. Siempre asombraba a la maestra como Martín, comía tan rápido. La leche la tomaba de a poquito, y si sobraba, él pedía para repetir.
Un día, los despidió poniéndole un caramelo en los bolsillos. Al llegar a Martín, se encontro´que el bizcocho que se le había dado
estaba en el bolsillo. No dijo nada. Empezó a observarlo. Nunca comía, se lo llevaba a su casa.
- ¿ Usted sabe que Martín se lleva la merienda todos los día a su casa? preguntó la maestra a la madre, cuando ésta vino a buscarlo.
-Sí, me dijo que la cocinera le dá dos raciones, para que él le lleve a su hermanito que queda con una vecina, para que yo vaya a trabajar- respondió la madre.
Un nudo de rabia e impotencia apretó la garganta de Adriana.
Al día siguiente al repartir la merienda, le dió a Martín lo que le correspondía y dejó deslizar en su bolsillo otra. Una mirada cómplice de agradecimiento y una amplia sonrisa fué la respuesta de Martín. Amplia sonrisa, que se hizo mayor, cuando pudo comerse su merienda, acariciando la que tenía en el bolsillo.
Dice la Biblia:
l° carta de Juan 3: 17
"Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano tener necesidad , y cierra contra él su corazón, ¿ cómo mora el amor de Dios en él ?
sábado, 30 de abril de 2011
lunes, 18 de abril de 2011
EL PODER
Habia una vez.... un matrimonio con dos hijos que vivián en el campo, en una chacra. Una vez por semana, el padre de familia, acompáñado de los niños, iban a una granja vecina, a compartir productos y trabajo.
Este vecino, tenía un perrito, que ladraba mucho. Esto asustaba al más pequeño de los niños. En cuanto se bajaban de la camioneta, el perrillo arremetía contra el menor con sus ladridos. El padre y el hermano mayor seguían caminando libremente, ignorando la conducta del perro. El menor, corría y se subía al techo de la camioneta, y se quedaba allí, mientras el can ladraba desde el suelo.
Todos podían ver que el perrito no tenía poder sobre el niño, salvo el que él le atribuía. Lo dominaba usando su mente, sus emociones, su voluntad y músculos, los cuales estaban activados por el miedo.Llegó por fin el día, en que el niño reaccionó. Saltó del techo de la camioneta, le tiró una piedra y por supuesto ..el perrito salío corriendo. Había vencido al miedo, ya tenía el poder.
Satanás es como el perrito ladrador, engaña a la gente. Su poder radica en la mentira. No obstante, si logra engañarnos, podemos permanecer mucho tiempo en el techo de la camioneta. Solamente la verdad de la Palabra de Dios podrá desbaratar la estrategia de Satanás. El poder del creyente radica en conocer la verdad. Ella nos hará libres. Reaccionemos a tiempo.
La Biblia dice en ;
1° carta de Juan 3:8
"... Para esto apareció el Hijo de Dios, para dehacer las obras del diablo"
Los espero en el próximo cuentito.
CHAU........
sábado, 9 de abril de 2011
PERFECTA PAZ
HABÍA UNA VEZ... un rey que ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura, " la perfecta paz".
Muchos fueron los artistas que lo intentaron y presentaron sus trabajos.
El rey observó todas las pinturas, pero fueron 2 de ellas, las que verdaderamente le gustaron.
La primera, era un lago tranquilo, un perfecto espejo, donde se reflejaban unas plácidas montañas, rodeadas de un cielo azul, con algunas nubes blancas. Todos opinaban que reflejaba la paz perfecta.
La segunda pintura, tenía también montañas, pero eran escabrosas, el cielo estaba furioso, descargando un aguacero entre truenos y rayos. Al pie de la montaña caía un espumoso torrente de agua. En verdad, no parecía muy pacífico el paisaje. Pero el rey observó detenidamente que tras la cascada, había un delicado arbusto en la roca. En ese arbusto había un nido. Allí en medio del rugir de la tormenta, estaba sentado plácidamente un pajarito en su nido. Esa era " la paz perfecta". Lo eligió y explicó a sus súbitos el porqué..Paz no significa estar en un lugar tranquilo, sin problemas, sin trabajo duro y sin dolor. PAZ PERFECTA significa que a pesar de todas esas cosas, podamos permanecer serenos y confiados en nuestro corazón.
Dijo Jesús en:
Juan 14:27- " La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el el mundo la dá " Esa es la perfecta paz.
Romanos 12:18 " Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres". Aceptemos que a veces, no depende de nosotros. Tenemos que defender nuestra paz y no perderla.
.Bendiciones.... y hasta la próxima.
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