sábado, 5 de marzo de 2011

LA LANCHITA POP POP

Había una vez..... hoy voy a permitirme contarles no un cuentito, sino un hecho real de mi infancia.
Nací en una familia trabajadora, donde en lo económico no faltaba lo esencial, pero no sobraba nada tampoco.
Fuimos 3 hermanos : yo la mayor,  Gloria a los 2 años, y luego de 5 años llego !! el varón!!...Raúl.  Fué la alegría inmensa de mi padre 
( por lo del apellido... ustedes saben.... ) y el mimado de las mujeres de la familia.
Como en casi todas las casas de los barrios, en ese entonces, teníamos una pequeña huerta, árboles frutales y criábamos gallinas, conejos y patos.
Vivíamos en una " cortada " de un barrio de Rosario, donde cuando llovía mucho, sus calles se inundaban. Si era verano, para alegría de todos los chicos, convertíamos la " cortada " en una inmensa piscina, donde corríamos carreras.
Los más pequeños, jugaban alrededor del cordón, carreras de lanchitas. 
Competían desde el humilde barquito de papel, hasta la tan deseada lanchita pop-pop,  que tenían muy pocos. Era una joyita, andaba impulsada por el calor de una vela en su interior y su escape hacía un ruido muy parecido a las verdaderas, de ahí su nombre, pop. pop.
Raúl competía con los innumerables barquitos de papel que le hacíamos mi hermana y yo. Por supuesto nunca ganaba. Tendría 2 o 3 años y era imposible hacerle entender porque él no tenía una lanchita pop-pop .
De repente, mi hermana desaparece, y viene con un hermoso patito amarillo, y lo pone en la fila de largada.  El patito alentado por nosotros, !!! ganó!!!... Nunca olvidaré la cara de felicidad de mi hermano. Ya ni se acordaba de la bendita lanchita. Es una anécdota
que recordé con él muchas veces.
Y hoy a la distancia, saco varias enseñanzas:
- El amor todo lo puede. Teníamos lo justo económicamente, pero eramos millonarios en amor.
- El ingenio y la acción de mi hermana, pudo resolver la situación.
-Aprendí a disfrutar las pequeña cosas y eso me sirve siempre. Puedo  alegrarme con un cielo inmensamente azul, o emocionarme al ver cada año como florecen las hortensias del primer piso de la esquina de Mendoza y Mitre y darle gracias a Dios por poder verlas.
Muchas gracias por poder compartir con ustedes, este recuerdo.
Hasta la próxima....... Chau..

4 comentarios:

  1. Qué bueno poder compartir esos recuerdos con vos.¡¡¡Gracias!!! ¡Cuánta verdad!, lo que realmente nos marca y mucho en la vida, para bien o para mal, es el amor recibido y el amor compartido.
    Qué hermoso poder atesorar en el corazón esos momentos únicos de la infancia vividos con una total inocencia. Me encantó!!!!. Hasta la próxima

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  2. Hola Lucy.Que lindo!!!! Es cierto que hace tiempo no compartía un comentario. Con tu anécdota me hiciste remontarme a mí infancia. Esto es lo lindo de la vida.... con este mensaje sigo sosteniendo un pensamiento que un día escuché y cuanto tiene de cierto. Todo lo que se puede comprar con plata es barato. LA PAZ, EL AMOR, LA LIBERTAD, UN HIJO, LA FAMILIA.... no se compra con dinero.
    un fuerte abrazo. Un beso Fuerzas y adelante!!!!
    Mariel

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  3. LA COSAS MAS SENCILLAS SON LAS QUE NOS HACEN MAS FELICES, POR ESTAR LLENAS DE AMOR!!!HERMOSO TU RECUERDO!!!QUE PODAMOS DISFRUTAR DE PEQUEÑAS COSAS QUE SON LA QUE NOS ALEGRAN LA VIDA. UN BESO Y TE ESPERO EN LA PROXIMA!!!!

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  4. Que lindo recuerdo y que linda foto de la misma lanchita que yo tuve. Marta sera la misma que conoci alla por 1970?

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