Hoy les quiero contar una experiencia vivida hace unos años, pero que quedó grabada en mi mente. Corría el año 2001, año difícil para muchos argentinos, con cierre de fuentes de trabajo y mucha inestabilidad.
Un domingo decidimos con mi amiga ir a almorzar a un supermercado que estaba en la calle Tucumán. Era autoservicio, económico y muy acogedor.
Elegimos una mesa y nos dispusimos a disfrutar de nuestro almuerzo y charla . Observamos que en la mesa de al lado, había un matrimonio joven con 2 niños. Entre algarabía y risas los niños comían las papas fritas, las hamburguesas y gaseosas. Todos sabemos que aunque sea "comida chatarra" es lo que más le gusta a los niños... y a veces a los grandes también. Como dice el refrán los chicos tenían " los ojos más grandes que la barriga", así que a los pocos minutos ya estaban satisfechos y se levantaron de la mesa a jugar . De vez en cuando, observábamos a esa linda familia. De pronto, se levantaron y se fueron, dejando en la mesa abundante restos de comida.
Como si hubiera estado esperando que la mesa se desocupara, una mujer, bien vestida, con cartera y el diario dominical bajo el brazo, se sentó a la mesa. Se puso a leer el Clarín, (¿sería del día ? ) y tranquilamente empezó a comer y beber con avidez los restos de comida. Tuvo suerte, hasta había un trozo de postre. Nadie vino a interrumpirla.
Pensamos que ya la conocían en el comedor. Estábamos asombradas.
Una vez que terminó de comer, plegó su diario, y así discretamente como había venido, se fue.
Muchas veces he pensado en ella. Había algo de dignidad en su hambruna. No robó, ni mendigó. Sólo comió lo que se iba a tirar a la basura. Sería mucha su necesidad, pero también su coraje.
Después pensé: ¿ que habría hecho Jesús ? y vino a mi memoria el pasaje de Mateo 25, donde el Señor dice en el
vers. 35: " tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber...."
vers. 37 : Maestro cuándo te dimos de comer y beber ?
vers. 40: " De cierto os digo, que en cuanto lo hicisteis a uno de mis hermanos más pequeñitos, a mí me lo hiciste ".
Deseo les haya gustado mi experiencia y .........
!!!!!! Hasta la próxima !!!!!
¡¡¡Muy fuerte tu experiencia!!!... pero qué buena!!!, ¡¡¡cuántas enseñanzas se pueden sacar de allí!!!. Una de ella y que vos remarcaste es que pobreza no es indignidad ni miseria. Me gustó mucho tu nota. Desde Corrientes, capital del chamamé, te mando un fuerte abrazo y un sapukay!!!
ResponderEliminarHERMOSA TU EXPERIENCIA Y MUY BIEN CONTADA,
ResponderEliminarHAY MUCHO QUE APRENDER DE ELLA !!!
BENDICIONES, LUCY!!! UN ABRAZO, LILY