jueves, 28 de julio de 2011

¿ EXISTE DIOS ?

HABÍA UNA VEZ . . . un hombre que fué a la peluquería a cortarse el cabello, recortarse la barba.
Como de costumbre en estos casos, entabló una amena conversación con el peluquero.
Hablaron de muchos temas. De pronto, tocaron el tema de Dios.
- Fíjese, caballero, que yo no creo que Dios exista, como usted afirma -   dijo el barbero..
- ¿ Pero porqué dice usted eso? preguntó el cliente.
- Pués es muy fácil...basta con salir a la calle para darse cuenta de que Dios no existe. Dígame¿ si Dios existiera habría tantos enfermos, niños abandonados, tanto sufrimiento y dolor en la humanidad ? Yo no puedo pensar que Dios existe y permite todas esas cosas. Argumento el peluquero.
El cliente se quedó pensando, un momento. No quería contestar, seguro que no obtendría nada y no quería llegar a una desagradable discusión.
El peluquero, terminó su trabajo y el cliente salió del negocio. Recién abandonaba la peluquería, vió en la calle un hombre con la barba y el cabello largo, al parecer hacía mucho tiempo que no se lo cortaba, y se veía desarreglado.
El cliente entró en la peluquería y  dijo al barbero:
- ¿ Sabe una cosa ? Acabo de darme  cuenta  que los barberos no existen. Aquí estoy yo y soy peluquero.
- No, dijo el cliente, no existen. .  porque si existieran no habría personas con el pelo y la barba tan largos, como la de ese hombre que va por la calle.
- Ah, los barberos si existen, lo que pasa es que esas personas no vienen a mí.
- Exacto, eso es lo que pasa, dijo el cliente.
Así pasa con Dios. Existe, pero hay que ir a El.

Dijo Jesús en Mateo 11:28
"Venid   a mí todos los que están cargados y cansados que yo los harér"
Juan 6:37
". .  Los que vienen a mí no los hecharé fuera "

Chau. . . hasta la próxima.

martes, 12 de julio de 2011

!!!BUEN PROVECHO !!!

Hoy les quiero contar una experiencia vivida hace unos años, pero que quedó grabada en mi mente. Corría el año 2001, año difícil  para muchos argentinos, con cierre de fuentes de trabajo y mucha inestabilidad.
Un domingo decidimos con mi amiga ir a almorzar a un supermercado que estaba en la calle Tucumán. Era autoservicio, económico y muy acogedor.
Elegimos una mesa y nos dispusimos a disfrutar de nuestro almuerzo y  charla . Observamos que en la mesa de al lado, había un matrimonio joven con 2 niños. Entre algarabía y risas los niños comían las papas fritas, las hamburguesas y gaseosas. Todos sabemos que aunque sea "comida chatarra" es lo que más le gusta a los niños... y a veces a los grandes también. Como dice el refrán los chicos tenían " los ojos más grandes que la barriga", así que a los pocos minutos ya estaban satisfechos y se levantaron de la mesa a jugar . De vez en cuando, observábamos a esa linda familia. De pronto, se levantaron y se fueron, dejando en la mesa abundante restos de comida.
Como si hubiera estado esperando que la mesa se desocupara, una mujer, bien vestida, con cartera y el diario dominical bajo el brazo, se sentó a la mesa. Se puso a leer el Clarín, (¿sería del día ? ) y tranquilamente empezó a comer  y beber con avidez los restos de comida. Tuvo suerte, hasta había un trozo de postre. Nadie vino a interrumpirla. 
Pensamos que ya la conocían en el comedor. Estábamos asombradas.
Una vez que terminó de comer, plegó su diario, y así discretamente como había venido, se fue. 
Muchas veces he pensado en ella. Había algo de dignidad en su hambruna. No robó, ni mendigó. Sólo comió lo que se iba a tirar a la basura. Sería mucha su necesidad, pero también su coraje.
Después pensé: ¿ que habría hecho Jesús ? y vino a mi memoria el pasaje de Mateo 25, donde el Señor dice en el 


vers. 35: " tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber...."
vers. 37 :  Maestro cuándo te dimos de comer y beber ?
vers. 40:  " De cierto os digo, que en cuanto lo hicisteis a uno de mis hermanos más pequeñitos, a mí me lo hiciste ".


Deseo les haya gustado mi experiencia y .........
!!!!!!  Hasta la próxima !!!!!







domingo, 3 de julio de 2011

BILLETES DEL CIELO

HABÍA UNA VEZ ....un niño llamado Juan, que estaba internado en un hospital, atacado de una enfermedad muy grave y rara. Los médicos habían intentado todo lo que estaba a su alcance, pero los resultados eran negativos.
Juan estaba muy triste, pues no sabía que pasaría con él.. Pero un día tuvo una visita muy especial. !! Un payaso !!
-¿Cómo se te ocurre, estar ahí parado, sin hacer nada por tu vida ?
- ¿No te hablaron del cielo de los niños enfermos ? dijo el visitante.
Juan negó con la cabeza.
- Es el mejor lugar que te puedas imaginar. Dicen que es la forma de
compensar a los niños que han estado enfermos. Pero para poder entrar hay una condición.
- ¿ Cual ? se interesó Juan.
- No puedes morirte hasta llenar el saco. Sentenció el payaso.
- ¿ Que saco ?
- Sí, es un saco grande y gris como éste. Tienes suerte que tuviera uno aquí. Tienes que llenarlo con billetes, para compra tu entrada.
- ¿ Billetes ?  yo no tengo dinero.
- No son billetes normales, son especiales:" billetes de buenas obras."
En un papelito debes escribir cada cosa buena que hagas. Por la noche viene un ángel, revisa los papelitos y cambia los que sean buenos por auténticos billetes del cielo.
- ¿ De verdad ?
- Pues claro.  Pero date prisa en llenar el saco. Esta es una única oportunidad.
El payaso se fué de prisa. Juan quedó pensando lo que su nuevo amigo le había propuesto. No tenía nada que perder con probar. Empezó ese mismo día. Cuando llegó su mamá a visitarlo, la recibió con la mejor de las sonrisas e hizo un esfuerzo por estar más alegre que de costumbre, pués sabía que eso haría feliz a su madre. Cuando estuvo sólo, escribió" hoy sonreí para mamá  y lo echó en el saco.
Apenas despertó  a la mañana siguiente, corrió al saco !! Allí estaba!! !! Un auténtico billete del cielo.!!Tenía un aspecto tan mágico y maravilloso !! Juan se lleno de ILUSIÓN Y ESPERANZA. 
Se preocupó durante todo el día de hacer todo aquello que alegraba a los doctores y enfermeras . Se llegó a otros enfermos para ayudarlos. Incluso contó chistes a su hermanito y ! hasta tomó los libros para estudiar un poquito!. Por cada una de aquellas cosas, echo un papelito en el saco.  Y así todos los días.
Cada mañana al despertarse, era su ilusión contar cuántos billetes del cielo nuevos había. También se dió cuenta que no se podía hacer trampas, porque el ángel revisaba muy bien los papelitos. Juan se veía obligado a seguir haciendo obras de bien, a toda velocidad, si quería llenar el saco. Se había convertido en el niño más querido y alegre del hospital. No alcanzó a llenar el saco... pero nadie sabe como SE CURO ENTERAMENTE.  Unos decían que un matrimonio de ancianos millonarios, a quien Juan había ayudado, le pagaron un costosísimo tratamiento experimental, otros que Dios lo había compensado por las buenas obras, otros que al olvidarse de sí mismo y hacer el bien había recibido la curación.
El caso es que todos decían la verdad. Porque el payaso, había visto muchas veces, que sólo había que poner un poquito de ILUSIÓN Y ESPERANZA cada noche en el saco gris, para cambiar una vida que se apaga,  en los mejores días de una vida , durase lo que durase.


!!!! Hasta la próxima.....!!!!.