HABÍA UNA VEZ . . . una pequeña plantita, sin desarrollar que vivía a la sombra de un frondoso y hermoso roble.
Ella estimaba mucho el reposo sosegado y cómodo que le daba su amigo tan generosamente.
En cierta ocasión, apareció el leñador con su hacha muy afilada y derrumbó al hermoso roble, su amigo. La plantita lloró y gritó:
-¡¡¡ Mi sombra se ha marchado !!!. -ahora encima de perder a mi amigo, el fuerte viento y las tormentas me harán daño. ¡¡¡ Cuan sola estoy !!!
-No, no, dijo el ángel de la plantita. Ahora verás el sol plenamente y la lluvia caerá sobre ti en abundancia, lavándote y haciendo que tus pequeñas hojas brillen.
Ahora la forma que tienes sin desarrollar, crecerá en hermosura y tu flor nunca hubiera podido ser tan hermosa. Tendrás que hacer frente a nuevos desafíos, hacerte fuerte . Comprobarás que eres mucho valiosa de lo que tú misma imaginas. ¡¡¡ Anímate, tu puedes y esto ha sucedido para tu bien !!!
Pasó el tiempo, tuvo que aceptar el cambio, renunciar a la comodidad ,sufrir dolores de crecimiento,( como decían nuestras madres, cuando dábamos un estirón) , pero hoy es una hermosa planta que todos admiran.
Reflexión:
Muchas veces, Dios nos quita esas comodidades que nos estancan, para enseñarnos que debemos crecer espiritualmente por nuestro esfuerzo, servicio, obediencia. A veces el crecer produce dolores, dolores de crecimiento.
Dice la Biblia:
1° Tesalon. 3:12
" Y el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con otros y para con todos, como también lo hacemos nosotros par con vosotros "
Colos. 2:19
".. . . crece con el crecimiento que da Dios "